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La estimulación temprana o atención temprana consiste en proporcionar al bebé y al niño las mejores oportunidades de desarrollo físico, intelectual y social para que sus capacidades y habilidades le permitan ser mejor de lo que hubiera sido sin ese entorno rico en estímulos intelectuales y físicos de calidad.

No solamente se trabaja con el niño sano sino también con niños con trastornos reales o potenciales en su desarrollo, para así prevenir posibles déficits adquiridos por el entorno. Los padres que reciben la adecuada información y orientación están mas tranquilos para poder acompañar el proceso desde el hogar.

 

La consecución progresiva de hitos de desarrollo va permitiendo la aparición y mejora de nuevas habilidades de desarrollo que surge de la interacción entre los genes y el ambiente. Los primeros innatos e inmodificables, y establecen la base de capacidades propias de cada individuo. 
 

Dentro de los factores ambientales se incluyen los puramente biológicos (estado de salud, nutrición)y otros de índole psicológica, social y cultural: sus vínculos afectivos iniciales, el nivel de atención que recibe, el grado de interacción del ambiente con el niño (personas que lo rodean, objetos, luz, sonidos…).
Estos factores son fundamentales en la maduración de conductas de adaptación al entorno, de la disposición al aprendizaje, del establecimiento de diferentes estrategias de comunicación o del desarrollo emocional.

 

Evaluación del desarrollo: Detección temprana

 

Los encargados de evaluar en una primera instancia son los profesionales de los equipos de Atención Temprana. Allí se detecta si los logros alcanzados en los 3 ejes: Sensorio-emocional, Cognitivo y Motriz son adecuados a la edad, o si este desarrollo se encuentra por encima o por debajo de la edad Cronológica. Tambien se detecta: Precocidad, Sobre o sub estimulación y Edad Madurativa.

Si se detecta algún trastorno que necesite abordaje específico, puede derivarse a otros profesionales  (Neurólogo, Psicólogo, Psiquiatra, Psicopedagoga, Terapista Ocupacional, Fonoaudiólogo, etc).
Estos profesionales deben informar a la familia de manera periódica acerca de la evolución del tratamiento del niño, así como decir cual es el tipo de terapia que llevan a cabo, hacia qué apunta, facilitando estrategias para realizar tanto en casa como en el área escolar (con quienes deben mantener una relación fluída para saber si los métodos utilizados estas dando los resultados esperables).
De no ser asi, tanto la familia como la escuela dependerían de las sesiones con el terapeuta para la "mejora" del niño.
Si no se detectan trastornos en el desarrollo, el profesional de Atención Temprana dará pautas (estrategias) por escrito para trabajar en los ámbitos donde el niño asista (hogar, escuela).


Una persona evaluada en un entorno poco favorable, puede obtener resultados que no sean acordes a su rendimiento.
                                                        

                                                            ¿Qué se evalúa?
 

  • Estado de salud (bio-psico-social-familiar)

  • Análisis de todas las áreas: motriz, audición, visión, área social, área afectiva, área de lenguaje.
     

  • Interacción entre diferentes áreas del desarrollo: coordinación ojo-mano; ubicación de sonido y uso de la mano; exploración de la marcha y avances cognitivos, etc.
     

  • Condiciones niño-ambiente: Influencia positiva o negativa no solo del lugar físico donde se realiza el examen, sino de las condiciones del hogar y del centro educativo al que concurre. 
     

  • Análisis global de la anamnesis y del examen de desarrollo: Es posible que existan discrepancias entre lo que dicen los padres acerca del desarrollo de su hijo y lo que se encuentra en el examen. Un diagnóstico de desarrollo resultará del análisis cuidadoso de ambas informaciones.



















     

  • Desarrollo psicosocial: Evalúa el proceso de adaptación psicológica y una interacción constante con su medio ambiente. En esta etapa de cambios morfológicos y estructurales, y la interacción con su medio y lo que genéticamente trae consigo, interactúan para lograr el desarrollo de sus funciones motoras, cognitivas y sensitivas, para obtener un aprendizaje y la maduración de su sistema nervioso central.
     

  • Desarrollo emocional: Evalúa las conductas que marcan el temperamento del niño, por medio del cual se establecen patrones que el niño sigue como modelo de su aprendizaje.
     

  • Desarrollo intelectual o cognitivo: Evalúa las distintas estructuras del conocimiento, cómo las percibe y las utiliza para relacionarse con otras y adaptarse al medio ambiente. 
     

  • Desarrollo social: El mismo se encuentra influenciado por el entorno en el cual se desenvuelve, y de las personas que se encuentran a su alrededor o se encuentran a cargo de él, el niño al relacionarse con los adultos, es capaz de aprender de ellos y así poder desarrollarse fuera del hogar, y dentro de él. Los valores de la familia, el afecto y las reglas de la sociedad le permitirán al niño, poco a poco, dominar su propia conducta, expresar sus sentimientos y ser una persona independiente y autónoma. 











     

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